sábado, 4 de abril de 2009

Leyes - Sumisión o Racionalidad

Volvimos y somos millones. Espero que les guste este nuevo post y, como siempre, les pido un comentario si tienen tiempo.
Un saludo muy grande a todos
Sergio.


-------------------------------------------------------------------------------

Habíamos destacado en un comentario anterior el precepto de “prohibición” presente en todas las leyes. Las normativas legales cumplen su objetivo a partir de impedir una acción más que permitirla. Es, o puede ser, un sistema de control pero, en definitiva, constituye un vago acercamiento a un entendimiento común entre un grupo de personas.
Pero me gustaría ver que pasa en aquellos casos en los que tal vez (y resalto el tal vez) sea mejor no cumplirlas. ¿Existe tal cosa?

- Un hombre que se sienta obligado a orinar en público puede hacerlo siempre y cuando apunte hacia la rueda de su vehículo y mantenga su mano derecha apoyada en él.

- En Bahrein, un doctor puede examinar los genitales de una mujer, pero tiene terminantemente prohibido mirar a ellos directamente durante el examen, y sólo puede ver su reflejo en un espejo.

- Los peatones del Distrito de Columbia (EE.UU.) que salten sobre los coches en movimiento para evitar que los atropellen, y golpeen el coche al caer, son responsables de cualquier daño causado al vehículo.

- Según la ley de Kentucky (EE.UU.): “Ninguna mujer deber aparecer en traje de baño en ningún aeropuerto de este Estado a menos que sea escoltada por dos oficiales o a menos que vaya armada con una porra. Las disposiciones de este decreto no serán aplicadas a mujeres que pesen menos de 90 libras (aprox. 40kg.) o más de 200 libras (aprox. 90 kg.), ni serán aplicadas a yeguas”. (WTF????)

-En Palermo (Sicilia Italia), las mujeres tienen autorización para desnudarse completamente en una playa si les dan ganas. El hombre, no. El artículo legal dice claramente: “La anatomía masculina puede ser obscena, incluso sin quererlo”.

-La ley de New Hampshire (EE.UU.) prohíbe dar golpecitos con los pies o mover la cabeza o de cualquier forma seguir el ritmo a la música en una taberna, restaurante o cafetería.



-A los menores de Kansas City, Missouri (EE.UU.), no se les permite comprar pistolas de juguete; sin embargo pueden comprarlas de verdad.

-En Estonia está absolutamente prohibido jugar al ajedrez durante el acto amatorio (La pregunta es ¿quién lo habrá intentado?).


-En Francia, es ilegal ponerle de nombre “Napoleón” a un cerdo.

-En varios estados de Estados Unidos, como en Connecticut o Wisconsin se prohíbe el uso de preservativo. En Indiana, se les prohíbe a las mujeres comprarlos.



Algunas son graciosas y otras muy tristes ¿verdad? Ahora bien. ¿Es correcto usar el propio raciocinio en el entendimiento/aplicación/sometimiento ante una ley? ¿Se puede dejar de “confiar” en ellas?


Los mencionados arriba son casos exagerados, por supuesto, pero pintarían un panorama extraño: que muchas veces se hace bien en ignorar leyes. ¿Hasta dónde me tengo que someter a una ley y cuando es preferible usar mi propio entendimiento?

Estoy seguro que este difuso límite surgió cuando crearon la defensa propia. Todo asesinato estaba prohibido, pero nadie iba a dejarse matar si su propia vida corría riesgo. Es decir, la gente ponía su propio límite a la hora de cumplir la ley. Yo no mato, SALVO que me quieran matar a mí. Y antes de que se pasara el “agregado” de la defensa propia, violaban la ley.
Además, como se puede ver en varios de los casos mencionados, el mismo estado es el que ignora la ley y, simplemente, lo deja pasar (nadie va a la cárcel en Francia si nombra Napoleón a un cerdo, por ejemplo).

¿Y qué hay de los casos más generales? Digo, no requiere mucho trabajo ver que algunas leyes condenan a la pobreza a millones de personas y después el mismo sistema legal es el que se apresura al castigo cuando se produce un crimen que todos veíamos venir.

Yo no pido empezar a ignorar las leyes que nos rigen. Pido, simplemente, tener los sentidos bien despiertos y estar prevenidos de todo. Del que viene a robarme y de la ley (su aplicación o su omisión) que forzó esa situación. No existe una ley absoluta ni imperturbable y un buen juez no es aquel que no se permite despegarse ni un centímetro de ella. Hay que considerar todo el panorama y no discriminar nuestro propio sentido común.
Digo….para que después no tenga que salir “la Su” (la misma de los autos para discapacitados y las colectas para el Padre Grassi) a enseñarnos que lo mejor es la pena de muerte.