lunes, 23 de febrero de 2009

El Mal - De adentro hacia afuera

Bueno. Pasadas unas inmerecidas vacaciones, vuelve los comentarios a Ecos desde Antares....que va ser. Comenten que es gratis y les mando un saludo a todos. Sergio.

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La psicología y el análisis del comportamiento nos han enseñado a entender el origen del mal. Avanzamos muchísimo en la compresión del porqué y el como. Aprendimos que un chico golpeado será un hombre golpeador y que en cada genocida, existe una criminalidad primitiva subconsciente.

Aún así y sin descartar lo anterior en lo más mínimo, muchísima gente cree en la existencia del Mal. El Mal con mayúscula, el Mal entidad propia, con voluntad independiente que acecha agazapado en cada movimiento que hacemos, esperando la oportunidad de actuar.

Es claro que la identificación del Mal como algo exterior al hombre comienza en la religión. La existencia de demonios o, directamente, deidades malignas, presuponen un accionar maligno del que el hombre es víctima, no victimario.

Desde luego no se descarta el libre albedrío. Ese Mal, luego se transforma en interior. En el catolicismo, por ejemplo el hombre debe confesar sus pecados como propios y arrepentirse de ellos. Pero aquí tenemos el origen del mal como entidad externa.

 

Entonces….¿el mal es interno o externo?



La pregunta está mal formulada. Digamos que lo enuncio así con fines “publicitarios” (es el trailer del comentario). En realidad, ya sabemos que una parte es cierta. Como dije más arriba, existe el mal interno y lo sabemos muy bien. La duda pasa por saber si los actos tremendamente crueles y perversos y en extremo malignos puede involucrar de “algo mas” que asuntos meramente humanos, de que no es posible que en ellos hayan participado exclusivamente la conciencia/inconciencia de una persona.

 

Esto no tiene por que convertirse en algo muy místico. Como ustedes, yo nunca vi un demonio. Pero piensen esto: todos hemos tenido experiencias en las que, con mayor o menor grado de conciencia, luchamos con algo más que nosotros mismos, y percibimos que lo que estamos haciendo no es realmente lo que hubiéramos querido hacer, sin darnos cuenta de los impulsos y fuerzas que nos arrastran a actuar.

 

En esta página no encontrarán una respuesta concreta (como siempre). Una vez más, esquivaremos la pregunta reformulando la premisa. Acá va:

El Mal, como entidad externa, existe. Pero no es una creación ajena, no está ahí porque alguien más lo haya puesto. Es nuestro y solo nuestro.

La conducta de grupo, la mala influencia, los mensajes mal transmitidos, los valores falsos difundidos una y otra vez, la maldad como patrón de conducta de todos los que nos rodean, etc, etc. Todas estas cosas no nos corresponden directamente, pero somos responsables de ellas de manera general. Yo no podría ir a confesarme y decir: “Perdóneme Padre, la televisión está destruyendo a la juventud” (concepto que me parece un poco falso de entrada, pero sigamos, fue el único que se ocurrió).

No es mi culpa directamente, pero el hombre no necesitó ayuda de nadie, ni de ninguna fuerza exterior, para hacer de la televisión lo que es hoy.

El mal individual de cada hombre, extendido, difundido y perpetrado, crea un Mal general externo y ajeno, que se aprovecha de nuestras debilidades.

 

"El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad." 

Albert Einstein.


Y en cuanto a los dioses, me pregunto. ¿No será que los hombres no están reflejados a la imagen y semejanza de su Dios, sino viceversa? ¿No será que los dioses se reflejan en nosotros, que están hechos a nuestra medida? Existe una deidad maligna porque nosotros permitimos el mal. El Dios de una sociedad de seres perfectos y puros no lo toleraría….porque esos seres no lo tolerarían, ni lo vivirían, ni lo experimentarían.

Esto, desde luego, ni afirma ni niega la existencia de un Dios ni de, efectivamente, una fuerza maligna ajena a nosotros….¿que esperaban de mí?

 

Hay que andar con cuidado. El Mal está esperándonos cada vez que salimos por la puerta.

Salúdenlo, porque es nuestro.

 

 

Este gran Mal

De donde vino?

Como se apoderó de este mundo?

De que semilla creció?

Quién hace todo esto?

Quién nos está matando?

Burlándose de nosotros

Que hemos visto lo que podría ser

 

La delgada línea roja.

 

5 comentarios:

Unknown dijo...

Debo decir que tu tema es un poco espinoso. Tengo algunas discrepancias contigo, en mi concepto el mal depende mucho de nosotros, nacemos con él y es responsabilidad nuestra que se propage o que se acabe. Creo en el libre albedrío que Dios nos ha dado,no se nos obliga a nada, todos tenemos el derecho de decidir si hacemos lo bueno o lo malo, dese pequeños lo sabemos, por eso Dios nos dotó de conciencia, si no tuvieramos esa conciencia seríamos como piedras o árboles, no seríamos nosotros, por eso en cierta medida sí tenemos la responsabilidad sobre la televisión, para seguir con tu ejemplo, somos responsables, porque somos nosotros, haciendo uso de nuestro libre albedrío, quienes decidimos dejar que nuestros hijos sean educados o no por violencia, sexo, dogradicción, homoxesualismo, y que lo vean como lo más normal, somos nosotros, apelando a la conciencia que tenemos sí decidimos darles a nuestros hijos herramientas para la vida, principios, valores, mantenerlos dentro de la seguridad que da la autoridad y el buen trato, y sobre todo el amor de familia. Por eso si considero que somos responsables, que el mal esta dentro de nosotros, que con ayuda de Dios tenemos el poder de vencerlo, y que también sufrimos los "ataques" del mal externo que nos rodea, y que facilmente nos vence, por nuestra debilidad e inconciencia colectiva.

Sergio dijo...

Hola y gracias por el comentario. Es indudable que el nosotros generamos el mal. La idea pasaba por que no se trata solo de una cuestión individual, interior nuestra. También hay un Mal (mayúscula) como abstracción y exterior. Pero ojo, de esta forma del Mal no somos solo víctimas, sino también culpables, como un todo, como una sociedad.
Te mando un beso y, de nuevo, gracias por el comentario

Peperina dijo...

1. El Mal, como una entidad aparte, visto de forma religiosa me parece, como todo lo de ese plano, una excusa, una simple y mera excusa del accionar de los hombres, por el simple hecho de parecer más fácil el aceptar que el mal es algo ajeno que nos fuerza a actuar de esa manera y no que es nuestra elección hacerlo, no somos santurrones, y si dios existiera estoy segura de que sería un gran hijo de puta.
2. Todos los hombres son (somos) malos por naturaleza, pero la creación de sociedades trajo a la moral, forzada, por supuesto, reprimiendo el verdadero instinto de una persona. Sino, por qué es más difícl dejar las malas costumbres, y a las nuevas las olvidamos tan fácil?
3. Demasiado debate, sin ninguna conclusión, me agrada el tema.

Saludos, besos.

Peperina dijo...

era buenas, no nuevas...

Sergio dijo...

Hola! gracias por el comentario. Sep...las mejores discusiones nunca llegan a nada. Tu postura es bien clara y en cierta medida la comparto. Una acotación, sin embargo: el mal existe de manera innata en cada hombre, pero también el deseo de hacer el bien. Todavía no estoy listo para perder esa esperanza (call me romantic).
Que elegir las malas costumbres sea lo más fácil no implica que las buenas estén ahí. En algunos, un poco más escondidas que en otros....
Bueno al final, alguna que otra conclusión tenemos ¿no?

Se agradece el comentario.
Un beso.